La huella de carbono en la industria hotelera
El cambio climático es un problema global que afecta comunidades, vidas, empresas y economías en todo el mundo. El Foro Económico Mundial ha identificado el fracaso en la acción climática como el principal riesgo mundial, lo que evidencia la necesidad urgente de que gobiernos, empresas y personas actúen.
Las emisiones globales de dióxido de carbono han aumentado casi un 50% desde 1990. Desde los años sesenta, cada década ha registrado temperaturas más cálidas que la anterior, acompañadas de fenómenos meteorológicos extremos que impactan en las vidas y los medios de subsistencia a nivel global.
El sector turístico, incluido el hotelero, ya enfrenta las consecuencias del cambio climático: las condiciones meteorológicas extremas aumentan los costos operativos, reducen el número de turistas en ciertos destinos e impulsan la implementación de políticas y sanciones medioambientales a nivel local y nacional.
El turismo es responsable de aproximadamente el 8% de las emisiones mundiales de carbono. Desde los vuelos en avión y paseos en barco hasta la producción de recuerdos y la gestión del alojamiento, diversas actividades contribuyen a esta huella de carbono.
El sector hotelero, en particular, representa cerca del 3% de las emisiones globales de carbono y, al igual que otras industrias, tiene la responsabilidad de gestionar su impacto ambiental.
En este artículo analizamos cómo ha evolucionado la huella de carbono en la industria hotelera a nivel global, en España y en la Comunidad de Madrid, destacando las iniciativas para mitigar su impacto y los retos que enfrenta el sector.
La huella de carbono del sector hotelero a nivel global
En 2022, la huella de carbono anual del sector hotelero representó aproximadamente el 3% de las emisiones mundiales de carbono. Según la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (OMT), un tercio de estas emisiones proviene de las operaciones diarias de los hoteles.
El consumo energético destinado a la climatización, la iluminación, el agua caliente y las actividades relacionadas con la alimentación y el mantenimiento constituye la principal fuente de estas emisiones. Staze estima que el 70% de la huella de carbono generada durante una estancia en un hotel está asociada al uso de energía.
Esta situación se explica, en gran parte, por la dependencia de los alojamientos de sistemas de calefacción y aire acondicionado para mantener una temperatura confortable en climas extremos. Estos sistemas, que demandan altos niveles de energía, generan grandes cantidades de CO2, al igual que los calentadores de agua utilizados en duchas, piscinas y spas. Además, el uso de electricidad para iluminación, electrodomésticos y otros equipos contribuye especialmente en instalaciones con infraestructuras poco eficientes.
★ PROYECTOS CON LOS QUE INSPIRARSE
La huella de carbono del sector hotelero en España
En 2023, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) publicó un estudio que analizó la huella climática del sector de viajes y turismo en España, abarcando 185 países. Según él, la contribución del sector al PIB español aumentó un 2,3%, mientras que las emisiones de gases de efecto invernadero crecieron solo un 0,9%.
El estudio resalta una tendencia de desacoplamiento entre el crecimiento económico del sector y sus emisiones de gases de efecto invernadero. En 2010, el sector generaba 0,44 kg de gases de efecto invernadero por cada euro de PIB, cifra que se redujo progresivamente. En 2019, en su momento de mayor actividad, las emisiones descendieron a 0,39 kg por euro generado. En años posteriores, esta cantidad continuó disminuyendo, alcanzando 0,36 kg en 2020 y 0,33 kg en 2021.
Estos datos muestran avances en la sostenibilidad del sector turístico en España, aunque todavía enfrenta desafíos para reducir más su impacto ambiental.
Durante el periodo comprendido entre 2010 y 2019, el sector de viajes y turismo en España logró un crecimiento promedio anual del 2,3% en su contribución al PIB nacional, mientras que las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al sector aumentaron solo un 0,9% anual.
El WTTC también destaca una mejora en la eficiencia energética del sector. Entre 2010 y 2019, el uso total de energía disminuyó un 1,2% anual, lo que indica que el crecimiento económico se acompañó de avances en sostenibilidad energética.
En términos de fuentes energéticas, la proporción de energía baja en carbono en la combinación energética nacional pasó del 10,9% en 2010 al 12,8% en 2021, mientras que la dependencia de los combustibles fósiles como fuente de energía en el sector turístico experimentó una reducción gradual.
Impacto de la hostelería en la huella de carbono
En el ámbito de la hostelería, que abarca actividades relacionadas con la alimentación de clientes en restaurantes y otros establecimientos, el consumo eléctrico representa la mayor parte de las emisiones, con un 62,6% del total según el Observatorio de Acción Climática en la Hostelería. Le siguen el gas natural, con un 19,1%, y el propano, con un 7,8%.
Estos datos reflejan la necesidad de avanzar hacia sistemas energéticos más eficientes y sostenibles en la hostelería para reducir aún más su impacto ambiental.
La investigación sugiere que acciones como sustituir luminarias tradicionales por opciones de bajo consumo o adquirir electrodomésticos más eficientes disminuyen las emisiones y generan importantes ahorros económicos. Por ejemplo, reemplazar un halógeno convencional por un LED puede reducir el consumo anual en 122,31 kWh y las emisiones en 14,80 kilogramos de CO2. Esto supone un ahorro de 28,50 euros por luminaria al año, junto con una reducción del 80% en el consumo energético.
Iniciativas globales y locales
Las grandes cadenas hoteleras han adoptado tecnologías de eficiencia energética, como sistemas LED y energías renovables, además de instalar sistemas de gestión energética para monitorear y optimizar el consumo. Estas iniciativas buscan reducir las emisiones entre un 30% y un 50% antes de 2030, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
En España, las cadenas hoteleras y el gobierno han implementado estrategias sostenibles, como el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, cuyo objetivo es reducir las emisiones del sector turístico en un 23% para 2030. En la Comunidad de Madrid, numerosos hoteles han adoptado medidas como sistemas de energía renovable, proyectos de eficiencia energética y programas de compensación de carbono financiados por los Fondos Europeos Next Generation.
Desafíos en la descarbonización del sector hotelero
El sector turístico global redujo su participación en las emisiones de GEI del 7,8% en 2019 al 6,7% en 2023, con una disminución del 12% en las emisiones totales y un 8% en la intensidad de GEI por unidad de PIB. Estos avances demuestran que el crecimiento del sector puede desvincularse de un aumento en las emisiones, como destacó Julia Simpson, directora ejecutiva del WTTC: "nuestro sector está demostrando que podemos crecer de manera responsable".
La transición hacia un modelo más sostenible en la industria hotelera requiere del compromiso de todos los actores involucrados: cadenas hoteleras, gobiernos y turistas. Aunque los avances son notables, aún queda camino por recorrer para lograr una descarbonización efectiva del sector, asegurando que el desarrollo del turismo sea compatible con la protección del planeta.