La inversión sostenible frente a la crisis climática
A medida que avanzamos, la sostenibilidad y los criterios ESG (environmental, social and governance) han ido cobrando una importancia sin precedentes en el mundo de las inversiones. Esta tendencia refleja una mayor conciencia sobre los impactos ambientales y sociales de las actividades empresariales, además de marcar un cambio significativo en la forma en que inversores y empresas abordan sus estrategias a largo plazo.
La sostenibilidad no es sólo una cuestión de responsabilidad social o ambiental, sino también un componente esencial para el éxito y la resiliencia a largo plazo de las empresas. Como diría el empresario tecnológico fundador de Amazon, Jeff Bezos, “everything is about long-term” (todo gira en torno al largo plazo). Afrontar los problemas que enfrentamos como sociedad requiere de innovación, de la creación de nuevos modelos de negocio y de nuevos mercados de billones de dólares que solo serán posibles a través de la inversión.
★ PROYECTOS PREMIADOS CON LOS QUE INSPIRARSE
TRAVELING FOR HAPPINESS
Premio Sostenibilidad 2021
GRUPO PIÑERO
Galardonado por cinco proyectos que forman parte de su «Plan de Gestión del Litoral», poniendo el foco en el cuidado de la biodiversidad, el agua, el paisaje, las playas y los corales.
La sostenibilidad atrae a los inversores por dos razones principales: concienciación por las consecuencias cada vez más evidentes del cambio climático y debido a que integrar la sostenibilidad potencia la rentabilidad y la resiliencia empresarial a largo plazo. Así, buscar modelos de negocio innovadores que pretenden atajar problemas tan cruciales como el cambio climático es el germen de nuevos y billonarios mercados con retornos equivalentes.
Por otro lado, podemos decir que la sostenibilidad potencia el valor de la inversión gracias a tres factores: para buscar rentabilidad, para generar un impacto positivo en el planeta y en la sociedad, y para dejar un legado positivo, es decir, un lugar mejor para las próximas generaciones. Podemos decir que el éxito se triplica.
La transición y la seguridad energética han cobrado mucho protagonismo en los últimos meses. La crisis climática, junto con eventos geopolíticos como la guerra entre Rusia y Ucrania, ha puesto de relieve la necesidad de acelerar el cambio hacia fuentes de energía más limpias y renovables. Grandes economías como Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, Corea del Sur, India y China están protagonizando esfuerzos significativos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, abriendo un abanico de oportunidades de inversión en el sector de las energías limpias.
Paralelamente, los compromisos para alcanzar las cero emisiones netas están reconfigurando el futuro de la sostenibilidad. Estos esfuerzos, ya sea de descarbonización de modelos de negocio existentes o de innovación de nuevos modelos de negocio, requieren una inversión considerable. Sin embargo, las recompensas potenciales son enormes en términos económicos, pero también en la contribución a un futuro más sostenible y habitable.
La tendencia hacia inversiones sostenibles y basadas en criterios ESG es claramente visible en las estrategias de prominentes figuras e instituciones financieras como BlackRock, uno de los mayores gestores de activos del mundo, o personalidades influyentes como el magnate empresarial Bill Gates.
BlackRock ha sido líder en la integración de la sostenibilidad en sus prácticas de inversión. Bajo la dirección de su CEO, Larry Fink, la empresa ha hecho hincapié en la importancia de los criterios ESG como factor clave en la toma de decisiones de inversión. Fink ha argumentado reiteradamente que la sostenibilidad y la conciencia sobre factores ambientales, sociales y de gobernanza son fundamentales para el rendimiento a largo plazo. BlackRock no solo ha reestructurado sus propias inversiones para reflejar esta creencia, sino que también ha presionado a las empresas en las que invierte para que adopten prácticas más sostenibles y transparentes.
Por su parte, Bill Gates ha centrado su atención y recursos en la lucha contra el cambio climático y la promoción de la salud global a través de la inversión en tecnologías y soluciones innovadoras. Su enfoque basado en la filantropía también tiene en cuenta la inversión estratégica a través de canales como Breakthrough Energy Ventures. Estas inversiones están dirigidas a fomentar avances en energías renovables, tecnologías de captura de carbono y otras áreas críticas para alcanzar un futuro sostenible.
El enfoque común en estas estrategias de inversión es la creencia de que abordar los desafíos globales más urgentes, como el cambio climático y la desigualdad social, suponen una oportunidad económica significativa, además de una responsabilidad moral. La inversión en sostenibilidad se ve cada vez más como una forma de generar retornos financieros a largo plazo, al tiempo que se contribuye a la construcción de un mundo más resiliente y equitativo. Un verdadero win-win.
Esta tendencia creciente subraya un cambio fundamental en la percepción de la inversión sostenible. Ya no se la ve como un nicho o estrategia alternativa, sino como una parte integral de las prácticas financieras responsables. A medida que más inversores y empresas adoptan este enfoque, es probable que veamos una aceleración en la innovación y el desarrollo de soluciones sostenibles en diversas industrias y sectores.