Cómo compensar la huella de carbono
La compensación de carbono implica equilibrar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) producidas por actividades humanas, como la fabricación, el transporte o el consumo de energía, con acciones que las reduzcan o eliminen en otra parte, una actividad crucial para alcanzar la famosa y deseada neutralidad de carbono.
Este concepto se basa en calcular la cantidad de GEI emitida, expresada en toneladas de dióxido de carbono equivalente, reducir al máximo dichas emisiones y compensar la cantidad irreductible a través de diversas estrategias. Estas estrategias incluyen la inversión en proyectos que previenen la emisión de nuevos GEI a la atmósfera y en proyectos que eliminan activamente el CO2 de la atmósfera.
Estos proyectos se paquetizan en los denominados créditos de carbono (un crédito es igual a una tonelada de carbono evitado o absorbido) y se venden a las empresas en un mercado financiero global. Este mercado se divide en dos: el mercado regulado, que es parte de los esquemas de comercio de emisiones establecidos por los acuerdos internacionales o la legislación nacional (reducido a sectores muy intensivos en emisiones de GEI), y el mercado voluntario (más común y que compete al sector turístico), donde las empresas o individuos compran créditos de forma voluntaria para alcanzar sus propios objetivos. Los proyectos en el mercado voluntario de carbono deben cumplir con ciertos estándares y ser verificados por terceros para garantizar su legitimidad y eficacia.
Existen diferentes proyectos que reducen o absorben CO2 de manera efectiva. Aunque los más conocidos son los proyectos de energías renovables y los proyectos de reforestación, también podemos pensar en la conservación de bosques, la gestión forestal, la agricultura regenerativa y otro más tecnológicos como la captura directa de CO2 en la atmosfera. Los explicamos uno a uno para que tengas todas las claves:
Proyectos de energías renovables
Estos proyectos incluyen la generación de energía a través de fuentes renovables como la solar, la eólica, la hidroeléctrica y la geotérmica. Al reemplazar las fuentes de energía basadas en combustibles fósiles, que emiten grandes cantidades de CO2, las energías renovables reducen significativamente la cantidad de carbono emitido a la atmósfera.
Proyectos de reforestación
La reforestación implica plantar árboles en áreas donde los bosques han sido destruidos o degradados. Los árboles absorben CO2 durante su proceso de fotosíntesis, por lo que plantar nuevos árboles y proteger los existentes es crucial para secuestrar carbono. Cuidado con esta práctica, porque crear un bosque es fundar un ecosistema complejo con muchas variables que garantizan su éxito y posterior absorción de carbono por la biomasa creada. Por todo ello es esencial dar con empresas que garanticen la construcción de un ecosistema complejo, autóctono y con posibilidades de éxito.
Conservación de bosques
Esta estrategia se centra en proteger los bosques existentes, importantes sumideros de carbono, de la deforestación y degradación. La conservación forestal no solo ayuda a mantener el carbono ya almacenado en los bosques, sino que también asegura la continua absorción de CO2 por parte de los árboles y el suelo.
★ PROYECTOS PREMIADOS CON LOS QUE INSPIRARSE
Gestión forestal sostenible
Implica la administración de bosques de manera que se mantengan sus beneficios ecológicos, económicos y sociales, minimizando su impacto ambiental. Esto puede incluir prácticas como la cosecha selectiva, la reforestación y la restauración de bosques degradados.
Agricultura regenerativa
Esta práctica agrícola busca restaurar la salud del suelo, aumentando su capacidad para capturar carbono, entre otros muchos beneficios que hace que estos créditos sean mucho más completos al contar con muchos más bioindicadores. Incluye técnicas como la rotación de cultivos, el pastoreo gestionado, la reducción del laboreo, la integración de cultivos con árboles (agroforestería), la sustitución de los fertilizantes sintéticos, etc.
Captura directa de CO2 de la atmósfera
Esta tecnología innovadora implica el uso de filtros químicos para extraer CO2 directamente del aire. El CO2 capturado puede almacenarse posteriormente de forma segura en el subsuelo o utilizarse en diversas aplicaciones, como la fabricación de combustibles sintéticos.
Además de estos proyectos, existen otras iniciativas emergentes y tecnologías en desarrollo que también prometen ser efectivas en la reducción o absorción de CO2. Estas incluyen:
Bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS): combina la generación de energía a partir de biomasa con la captura y almacenamiento de las emisiones de CO2 resultantes.
Mineralización de carbono: aprovecha ciertos minerales que pueden reaccionar químicamente con CO2 para formar compuestos estables, lo que permite almacenar carbono de manera permanente.
Uso de algas y microalgas: al ser eficientes en la fotosíntesis pueden ser usadas para capturar CO2 con el beneficio adicional de producir biocombustibles y otros productos útiles.
Estas iniciativas varían en su eficacia, costo y escalabilidad, pero desempeñan un papel importante en el esfuerzo global para reducir los niveles de CO2 en la atmósfera y luchar contra el cambio climático. Su implementación y desarrollo continuo son clave para lograr un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
¿Cómo puede una empresa compensar su huella de carbono?
Para que una empresa compense su huella de carbono primero debe calcular sus emisiones totales. Esto se puede hacer mediante la evaluación de todas las actividades que generen GEI, incluyendo la producción, el uso de electricidad, el transporte y cualquier otro proceso.
Una vez calculada la huella de carbono y siempre después de haber ejecutado un plan de reducción de la misma, la empresa puede comprar créditos de carbono en el mercado voluntario. Al seleccionar proyectos para invertir, es importante considerar su relevancia e impacto. Los proyectos deben ser verificables y producir beneficios ambientales reales, para lo que es necesario consultar a expertos en la materia que las puedan asesorar en todo el proceso, desde el cálculo hasta la compensación.